El martes, día 1, amaneció un día bastante gris pero de buena temperatura para la bicicleta.
Lo mejor de la ruta, la subida por el camino viejo de Los Gavilanes, en donde el rocío daba al paisaje un punto extraordinario.
Sin palabras nos quedamos para describir las vistas desde los molinos... Un manto de nubes sobre el que flotaban los molinos y, a lo lejos, se dejaban ver los picos más altos de La Cingla y, por el otro lado, de Fuente Álamo y Ontur.
Una pena no haber hecho más fotos.
Desde luego, el mejor día posible para ver las nubes desde arriba.
El título está enlazado a la página Wikiloc con la ruta.
¡Ah! Los dichosos que gozaron las vistas fueron Jero, Pedro Pollero, el Cuti y Pedro Luis.
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